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Observatorio de soluciones basadas en la naturaleza

COP26: Las soluciones basadas en la naturaleza ganan en la ciencia y sobre el terreno

COP26: Las soluciones basadas en la naturaleza ganan en la ciencia y sobre el terreno
22/11/2021 - WFP / UNU-EHS

Expertos en cambio climático de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) y del Programa Mundial de Alimentos (WFP, por su siglas en inglés) piden en la COP26 de Glasgow una mejor integración de las soluciones basadas en la naturaleza en los planes de adaptación.

Las catástrofes relacionadas con el clima se han quintuplicado en los últimos 50 años, pero la humanidad, y especialmente las comunidades vulnerables, apenas están empezando a adaptarse a la nueva realidad de los fenómenos meteorológicos extremos. Entre tanto, la comunidad mundial debate diferentes opciones de adaptación en la COP26 de Glasgow: la Universidad de las Naciones Unidas - Instituto para el Medio Ambiente y la Seguridad Humana (UNU-EHS, por sus siglas en inglés) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) piden una mejor integración de las soluciones basadas en la naturaleza en la planificación de la adaptación.

El informe emblemático de la UNU-EHS "Riesgos de catástrofes interconectadas" (Interconnected Disaster Risks), presentado recientemente, ilustra la interconectividad de las catástrofes en todo el mundo, dejando claro que las soluciones interconectadas, como las basadas en la naturaleza, merecen más atención.

"La ciencia tiene claro que las soluciones basadas en la naturaleza no solo abordan el cambio climático, sino que también reducen el riesgo de catástrofes, la pérdida de biodiversidad y la inseguridad alimentaria de forma integrada", declaró el Dr. Jack O'Connor, científico principal del UNU-EHS. Por ejemplo, en Bangladesh, uno de los países más afectados por los ciclones del mundo, se están llevando a cabo numerosos proyectos para proteger y restaurar los ecosistemas costeros, principalmente los manglares. Estos ecosistemas no solo refuerzan la protección de las costas contra los ciclones y la subida del nivel del mar, sino que también almacenan el carbono atmosférico y contribuyen a los medios de vida locales, ya que son el hogar de diversas especies de peces, cangrejos y almejas.

Las soluciones basadas en la naturaleza también están demostrando su valor en el contexto humanitario. De 2014 a 2019, el Programa Mundial de Alimentos ha trabajado con comunidades vulnerables para rehabilitar 1,5 millones de hectáreas de tierras y bosques degradados, y establecer 54.000 estanques, pozos y embalses comunales.

"La propia naturaleza es a menudo la mejor manera de proteger tanto a las personas como al planeta. La rehabilitación de los ecosistemas ayuda a reducir la vulnerabilidad de las personas a las perturbaciones y tensiones climáticas, al tiempo que protege la biodiversidad y promueve la cohesión social", señaló, por su parte, Gernot Laganda, Jefe de Programas de Reducción del Riesgo Climático y de Desastres del WFP.

A pesar de que existe un consenso generalizado sobre la necesidad de tener en cuenta las soluciones basadas en la naturaleza en la planificación de la adaptación, su potencial sigue estando en gran medida sin explotar. "Los esfuerzos de las soluciones basadas en la naturaleza se centran hoy en día de forma desproporcionada en los ecosistemas forestales y, concretamente, en la plantación de árboles.

La Declaración de los Líderes de Glasgow sobre los Bosques y el Uso de la Tierra, adoptada en la COP26 para poner fin e invertir la deforestación para 2030, es un ejemplo de ello", indicó la Dra. Zita Sebesvari, Directora Adjunta del UNU-EHS. "Si bien la Declaración es un paso muy bienvenido, tenemos que ir más allá de los bosques y mirar también, por ejemplo, los pastizales, las turberas, las marismas y los ecosistemas marinos, ya que se basan en la rica diversidad de los ecosistemas para la adaptación, la reducción del riesgo de desastres y la biodiversidad".

Aunque las soluciones basadas en la naturaleza triunfan tanto en la ciencia como sobre el terreno, sólo pueden desarrollar todo su potencial si se diseñan como soluciones integradas y en combinación con otras redes de seguridad, por ejemplo, los seguros contra riesgos climáticos o la financiación basada en previsiones.

A largo plazo, plantar o proteger los bosques sólo puede ser una medida eficaz de adaptación al clima si se complementa con acciones que también alivien las presiones ambientales y sociales que llevaron en primera instancia a su destrucció. Las comunidades que se enfrentan al hambre y la pobreza pueden verse obligadas a talar los árboles para despejar la tierra para uso agrícola o para generar ingresos con la madera. Para ser realmente eficaz, un programa de resiliencia integrado debería combinar soluciones basadas en la naturaleza con planes de protección social y financiera.


Delphine in her potato fields in Rwanda – WFP has supported and trained her on climate-resilient farming techniques such as land terraces. Photo: WFP/Arete/Fredrik Lerneryd Smallholder farmers picking vegetables in Cambodia. Photo: WFP/Ratanak Leng Sand dune fixing project in Faux Cap, Madagascar. Photo: WFP/AliceRahmoun
 
Proyectos como la Iniciativa de Resiliencia Rural R4 del WFP (R4 Rural Resilience Initiative) adoptan un enfoque integrado al combinar la restauración del paisaje con el acceso a los microseguros y los servicios financieros, mientras que el UNU-EHS trabaja con diversos socios para desarrollar e introducir productos de seguros contra riesgos climáticos para individuos y comunidades en las regiones del Caribe y el Pacífico. Este tipo de enfoques integrados aumentan las probabilidades de éxito de las estrategias de adaptación al clima al reducir la vulnerabilidad a los crecientes impactos del cambio climático.

Mientras los líderes mundiales discuten en la COP26 las formas de recuperarse mejor de la pandemia del COVID-19 y se centran en alejarse del borde de una catástrofe climática, la integración de soluciones basadas en la naturaleza en la estrategia general de adaptación debe estar en el centro del debate.

Sobre el Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-EHS)


Con sede en Bonn (Alemania), el UNU-EHS investiga los riesgos y la adaptación relacionados con los peligros medioambientales y el cambio global. La investigación del instituto promueve políticas y programas para reducir estos riesgos, teniendo en cuenta la interacción entre los factores ambientales y sociales. 

Las áreas de investigación incluyen la adaptación al cambio climático mediante la incorporación de enfoques relacionados con los seguros, la migración inducida por el medio ambiente y la vulnerabilidad social, las soluciones basadas en los ecosistemas para la adaptación y la reducción del riesgo de catástrofes, y los modelos y herramientas para analizar la vulnerabilidad y los riesgos relacionados con los peligros naturales, con un enfoque en el espacio urbano y las interfaces rurales-urbanas. 

El UNU-EHS también ofrece el programa conjunto de máster en ciencias "Geografía de los riesgos medioambientales y la seguridad humana" con la Universidad de Bonn y acoge proyectos y cursos internacionales de doctorado sobre cuestiones globales de riesgos medioambientales y desarrollo sostenible. www.ehs.unu.edu

Sobre el Programa Mundial de Alimentos (World Food Programme o WFP)


El Programa Mundial de Alimentos o World Food Programme (WFP) en inglés, es la mayor organización humanitaria del mundo, que salva vidas en situaciones de emergencia y utiliza la ayuda alimentaria para construir un camino hacia la paz, la estabilidad y la prosperidad para las personas que se recuperan de los conflictos, las catástrofes y el impacto del cambio climático. Más información en: https://www.wfp.org/


*Artículo original publicado el 10 de noviembre de 2021. Está disponible en inglés aquí.   
* Foto: Proyecto de fijación de dunas en Faux Cap, Madagascar. WFP/AliceRahmoun.

Palabras clave: COP26, Glasgow, catástrofe, soluciones basadas en la naturaleza, alimentación
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