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Observatorio de soluciones basadas en la naturaleza

La revolución verde de las zonas industriales: “Hay que romper con la imagen gris que se tiene de los polígonos”

La revolución verde de las zonas industriales: “Hay que romper con la imagen gris que se tiene de los polígonos”
05/04/2022 - Observatorio SbN

Entrevista a Mª Rosario del Caz Enjuto, profesora de Urbanismo de la Universidad de Valladolid, entidad coordinadora del proyecto INDNATUR en el que también participan AEICE, el Ayuntamiento de Valladolid, la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, la Diputación de Ávila, el Instituto Politécnico de Braganza y la Cámara de Braganza.

Los polígonos industriales de Argales (Valladolid) y Cantarias (Braganza, Portugal) pronto lucirán un nuevo aspecto. Árboles, vegetación arbustiva, zonas de descanso para los trabajadores y hasta un carril bici se están implantando en estas zonas con el objetivo de mejorar la calidad del aire, impulsar su adaptación al cambio climático y romper con la tradicional imagen gris que se tiene de ellas.

Estos son tan solo algunas de las acciones del proyecto piloto INDNATUR, una iniciativa que ha tenido que hacer frente no solo a las dificultades producidas por la pandemia, sino también al reto de la concienciación de propietarios y usuarios. Su experiencia podría convertirse, además, en un precedente para la realización de otros proyectos similares en otras partes de Europa.

Nos cuenta los avances del proyecto M. Rosario del Caz Enjuto, profesora de Urbanismo de la Universidad de Valladolid, entidad coordinadora de INDNATUR en el que también participan AEICE, el Ayuntamiento de Valladolid, la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, la Diputación de Ávila, el Instituto Politécnico de Braganza y la Cámara de Braganza.

Antes y proyectado en calle del polígono Argales Fuente: Proyecto INDNATUR


1. ¿Qué retos específicos presenta la renaturalización de los entornos industriales frente a otras zonas de la ciudad (áreas residenciales, de servicios, etc.)?


La renaturalización en las zonas industriales es especialmente compleja debido a su diseño, ordenación y su propio funcionamiento, que dificultan la realización de algunas actuaciones. En nuestro caso, el polígono industrial de Argales (Valladolid) y de Cantarias (Braganza, Portugal) fueron concebidos en los años 60 y 80, respectivamente, por lo que muchas de las infraestructuras son antiguas, con urbanizaciones que presentan materiales duros e impermeables y con un diseño orientado fundamentalmente a la productividad.

Tampoco se dio demasiada importancia a los espacios públicos (aceras, zonas verdes, etc.), ni a criterios de tipo social como, por ejemplo, que los trabajadores dispusieran de espacios estanciales o de recreo para los descansos. Es más, en casos como el de Argales, no se disponía apenas de vegetación en el área, lo que los convierte en ‘islas de calor’. Revertir todo ese proceso no es sencillo, requiere de mucho esfuerzo, pero hay que romper con la imagen gris que se tiene de los polígonos.

Otro factor importante es la receptividad de los propietarios a la implantación de las soluciones basadas en la naturaleza. Al menos, según nuestra experiencia, la aceptación todavía no es muy alta, las SbN se ven con escepticismo, ya que se desconoce el concepto o se piensa que las inversiones necesarias serán altas y el beneficio reportado será escaso o nulo. Hay que seguir trabajando, por tanto, en la sensibilización ambiental en las áreas industriales.

2. ¿En qué fases están los proyectos actualmente? ¿Cuáles han sido los principales resultados obtenidos?


En el caso de Valladolid, las obras están prácticamente acabadas y ya pueden verse algunos resultados. Se han plantado árboles, vegetación arbustiva y herbáceas en las calles y la zona es más amable. Además, cuando alcancen su grado de madurez óptimo, se crearán espacios con sombras, reducirán un poco la temperatura de estas áreas y serán más agradables, en general.

También, hemos intervenido en el antiguo cauce de un arroyo que había sido desviado y que se encuentra entre dos tapias. El espacio estaba muy degradado, así que se ha desbrozado, limpiado y renaturalizado. Se ha plantado arbolado urbano y se ha colocado un vallado de madera que lo ha hecho visualmente accesible. Por último, a través de la introducción de sistemas de drenaje sostenible, se ha conseguido reducir las inundaciones en algunos tramos, lo que ha facilitado el tránsito de los trabajadores.

En el caso de Cantarias, las obras acaban de empezar, por lo que aún es pronto para hablar de resultados. Las actuaciones se centrarán en la plantación de arbolado, la construcción de dos umbráculos, es decir, marquesinas con vegetación para que se sienten los trabajadores, la colocación de alcorques grandes y hemos propuesto la construcción de un jardín de lluvia. 

3. ¿Hubo dificultades a la hora de implantar el proyecto?


La pandemia nos ha dificultado muchísimo el desarrollo del proyecto. Ha habido retrasos de todo tipo, como imposibilidad de realizar reuniones presenciales para definir los proyectos de intervención, bajas del personal, escasez de materiales, etc. Quisimos realizar una sesión con el público para conocer la percepción sobre el polígono de forma previa y posterior a las actuaciones previstas mediante el uso de una suerte de guante que mide la actividad sensorial de la audiencia, pero también lo tuvimos que retrasar varias veces. Todo ello nos va a impedir hacer una medición de resultados como la que esperábamos.

Las características y condiciones físicas de las áreas industriales en las que hemos intervenido han supuesto un reto importante, no exento de dificultades. En Valladolid, por ejemplo, los tendidos eléctricos de alta, baja y media tensión son aéreos, y los requerimientos de otras infraestructuras como la red de gas, iluminación pública o fibra han condicionado la ubicación de los árboles en alineación y otras soluciones basadas en la naturaleza.

A estos aspectos, se unen otras dificultades: son áreas de grandes dimensiones y desconectadas de otros tejidos urbanos (áreas residenciales, de servicios, etc.), originalmente construidas en la periferia, pero que la ciudad, a medida que crecía, ha ido absorbiendo. En ellas, circulan vehículos pesados (camiones, furgonetas, etc.), las parcelas cuentan con anchos vados para el acceso de estos vehículos y se requieren radios de giro del viario amplios, lo que limita las actuaciones posibles.

4. ¿Cómo ha sido la relación con las empresas que operan en estos polígonos?


Las relaciones con las empresas no han sido tan satisfactorias como nos habría gustado. Muchos de los dueños o incluso el personal empleado no conocían en qué consistían las soluciones basadas en la naturaleza o se mostraron escépticos sobre los distintos valores (ambientales, sociales y económicos) que éstas podían aportar al espacio. Hemos tenido muchas entrevistas con empresarios y sesiones públicas informativas, pero no hemos tenido la acogida esperada.

Con el objetivo de sumar más, y aunque no estaba recogido en el formulario de candidatura del proyecto, ofrecimos a los propietarios unos anteproyectos sobre cómo podían incorporar las soluciones basadas en la naturaleza en sus parcelas y qué coste aproximado tendrían, con simulaciones sobre el aspecto final. Varios de ellos renunciaron a recibir la información. Otros sí accedieron a recibirnos y manifestaron interés por las propuestas, aunque de momento ninguno de ellos ha realizado intervención alguna. Es posible que sea cuestión de tiempo y cuando vean las mejoras en el polígono también se animen a implantarlas.

5. La incorporación de drenajes urbanos sostenibles ha sido un aspecto clave de las intervenciones ¿Cómo se han integrado? ¿Qué retos han ayudado a solventar?


Hemos implantado tres tipos de drenaje urbano sostenible (SUDS) durante el proyecto. En Valladolid, hemos instalado cunetas filtrantes, es decir, un sistema longitudinal instalado a lo largo de la vía y compuesto por gravas de distinto calibre, malla geotextil y vegetación, que permite recoger el agua de lluvia de la calzada e infiltrarla en el subsuelo. Se implantó en una parte de la avenida Norte de Castilla y hemos podido comprobar su correcto funcionamiento, ya que la calle ya no se inunda cada vez que hay fuertes lluvias. Es un resultado palpable, visible y muy bueno del que estamos muy satisfechos.

También, hemos instalado un pavimento permeable en una parte del aparcamiento para ensayar su funcionamiento y se ha realizado un jardín de lluvia en una rotonda que recoge el agua y evita que la escorrentía vaya al alcantarillado directamente. Este espacio, donde anteriormente solo aparcaban coches, se ha transformado en una zona ajardinada con diferentes tipos de árboles, arbustos y plantas herbáceas que busca incrementar, además, la biodiversidad de la zona.

Antes y proyectado en calle del polígono Argales Fuente: Proyecto INDNATUR

6. Las acciones piloto del proyecto INDNATUR ¿son replicables en otros polígonos industriales?


Hemos trabajado en proyectos de replicabilidad en polígonos de Ávila y hemos realizado talleres para explicar los beneficios de las SbN a diversos públicos: empresarios, técnicos, personal de la administración municipal… Como resultado, aunque aún no se ha puesto ningún proyecto en marcha, sí que se ha reconocido en documentos oficiales de la Diputación de Ávila la importancia de incluir este enfoque en futuros proyectos y la necesidad de concurrir a convocatorias para conseguir financiación para implantarlas. Todo lo innovador requiere tiempo, pero confiamos en ver nuevos proyectos pronto. 

7. ¿Qué aspectos deberían tener en cuenta aquellos profesionales que quieran realizar iniciativas similares en otros polígonos?


Para aquellos que quieran embarcarse, les diría que tengan muy en cuenta los plazos de la administración que se requieren para una obra de estas características. Hay que hacer un proyecto de ejecución, una licitación de obra, la contratación, etc. y todo ello conlleva tiempos muy largos que pueden llevar a retrasos si no se tienen bien planificados.

Además, recomendaría conocer muy bien el área en el que se va a intervenir, tener en cuenta las exigencias del propio funcionamiento del polígono, además de las normativas sectoriales. Por ejemplo: saber a cuantos metros se puede plantar un árbol de una farola o si hay gaseoductos, etc. Muy importante también sería hacer campañas de sensibilización ambiental a priori de cara a los empresarios, al personal y a la propia administración, ya que, aunque se ha avanzado, aún hay un conocimiento limitado. Esto ayudaría a generar una mayor aceptación del proyecto de manera previa y a la colaboración de los usuarios.

8. Una vez realizadas las intervenciones en estos espacios ¿quién será el responsable de realizar un seguimiento y mantenimiento? ¿Existen planes para un desarrollo futuro, como la extensión de las SBN a los edificios (naves industriales, fábricas, almacenes...)?


Nosotros somos los encargados del seguimiento hasta la finalización del proyecto, prevista para septiembre. En cuanto al mantenimiento, es responsabilidad del ayuntamiento correspondiente, ya que se trata de espacio público.

En general, las intervenciones han sido a pequeña escala, ya que se aplican solo en algunas partes del polígono, pues se plantearon como proyectos piloto, pero pueden ser demostrativas en relación a la mejora de la calidad ambiental y de vida y suponer un estímulo que anime a implantar, tanto en el ámbito público como en el privado, más acciones de este tipo en el futuro. De hecho, en Valladolid, el Ayuntamiento realizará en los próximos meses otras obras de reurbanización en el mismo polígono de Argales y aplicará los mismos criterios y similares SbN que las que se han llevado a cabo en INDNATUR. Es una gran noticia, ya que significa que se dará continuidad a la estrategia y podremos ver resultados más amplios.

Creo que INDNATUR ha sembrado una semilla y estamos muy satisfechos. Esperamos que los resultados animen también a los particulares y pronto podamos empezar a hablar de polígonos más verdes y sostenibles. 
 

Situación actual en calle del polígono Argales (obras sin finalizar) Fuente: Proyecto INDNATUR


Las imágenes utilizadas en el presente artículo son propiedad del Proyecto INDNATUR

 

Palabras clave: polígonos industriales, renaturalización, renovación urbana, suds, entrevista
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