myBUILDINGisGREEN, proyecto de referencia en materia de SbN en la edificación, llega a su fin
05/02/2024
- Observatorio de las Soluciones basadas en la Naturaleza
Tras cinco años de trabajo, el proyecto LIFE-mBiG llega a su fin en febrero de 2024. Miguel Vega, coordinador general del proyecto LIFE-mBiG del Real Jardín Botánico de Madrid nos comparte algunas claves y aprendizajes resultantes de esta iniciativa.
En 2018 el CSIC, junto con CARTIF, la Diputación de Badajoz, la Comunidade Intermunicipal do Alentejo Central y la Câmara Municipal do Porto emprendió el proyecto LIFE-myBUILDINGisGREEN (LIFE-mBiG) con el objetivo de aumentar la resiliencia climática de edificios educativos mediante Soluciones basadas en la Naturaleza. Si bien actualmente es un concepto muy extendido y son múltiples las experiencias e iniciativas que han surgido en los últimos años, por aquel entonces era un término emergente y el proyecto LIFE-mBiG ha sido uno de los pioneros que han trabajado por introducir medidas de SbN y comprobar sus beneficios en España y Portugal, junto con otros referentes como URBAN GreenUP o NATURVATION.
Con el paso del tiempo, el proyecto ha demostrado la pertinencia de su propuesta. Durante años en los que los episodios climáticos extremos han llevado al debate público la conveniencia de cerrar temporalmente centros escolares al no poder asegurar sus instalaciones temperaturas adecuadas para el desarrollo de la actividad.
Tras cinco años de trabajo, el proyecto LIFE-mBiG llega a su fin en febrero de 2024. Miguel Vega, coordinador general del proyecto LIFE-mBiG del Real Jardín Botánico de Madrid nos comparte algunas claves y aprendizajes resultantes de esta iniciativa.
Como hemos visto, LIFE-mBiG ha apostado por soluciones naturales para mejorar la resiliencia climática de centros educativos ¿Qué criterios se siguieron para la selección de los centros de intervención? ¿Qué retos se identificaron en los mismos y qué soluciones se previeron apropiadas para abordarlos?
Para facilitar la tarea de selección de los edificios potenciales, se elaboró un documento interno de fácil manejo que incluía criterios excluyentes, que aplicaban un primer filtro de edificios, y criterios incluyentes, que puntuaban a los edificios en función de sus características constructivas, sociales, económicas y ambientales.
Algunos criterios excluyentes serían edificios con cubiertas con una inclinación superior al 10 % (aumentan la complejidad de instalación de cubiertas verdes), no disponibilidad de superficie exterior superior a 800 m2, fachadas sin posibilidad de anclaje (necesario para la instalación de muros vegetales), no disponibilidad de toma de agua y de electricidad 220 monofásica (necesarias para el riego), no disponibilidad de realizar obras al menos en julio y agosto, edificios con protección patrimonial, edificios sin información previa de consumo energético (necesario para calcular el impacto de las soluciones implementadas) y edificios donde no se posibilite la interacción con sus usuarios y usuarias (necesario para medir indicadores sociales y económicos, así como garantizar el éxito del proyecto, pues deben sentir el proyecto como propio).
Entre los criterios incluyentes que más relevancia tenían en la valoración de los edificios destacaría, además de ciertos criterios constructivos que facilitan la implementación de soluciones en el tiempo de vida del proyecto, la existencia de WiFi para la medición continuada de los indicadores, el tipo de aislamiento del edificio (se priorizan aquellos con peor aislamiento), el potencial de replicabilidad (se priorizan edificios de años en los que se construyeron un mayor número de colegios), la población del municipio donde se ubican (se priorizan zonas rurales en el caso de Badajoz y el Alentejo Central), o indicadores socio-económicos como la tasa de paro, el nivel de renta familiar y la tasa de crecimiento poblacional, priorizando aquellos barrios o municipios más desfavorecidos y con tasas de decrecimiento poblacional.
El principal reto que nos encontramos a la hora de evaluar estos criterios fue obtener información actualizada y fiable para poder realizar una evaluación lo más objetiva posible. En este sentido, acudimos a fuentes de información como el catastro, el Servicio Público de Empleo Estatal, el Instituto Nacional de Estadística, datos regionales de la Consejería de Educación de Extremadura (y sus análogas en Oporto y el Alentejo Central), datos municipales como el porcentaje de habitantes en vivienda social, etc.).
Otro de los retos fue encontrar en Oporto colegios con superficies superiores a 800 m2, ya que su elevada densidad poblacional se traducía en edificios de menor extensión. En este caso, tuvimos que reducir el criterio excluyente a 500 m2.
El tema de la conexión WiFi fue otro punto a tener en cuenta, ya que incluso teniendo conexión WiFi desde sus inicios, alguno de los edificios piloto seleccionado la apagaban en períodos vacacionales, lo que impedía llevar mediciones continuas en esos períodos. Tuvimos que estar atentos para que esto no sucediera.
Uno de los objetivos del proyecto ha sido comprobar los beneficios de confort térmico relacionados con estas soluciones ¿Qué mejoras en el bienestar, la convivencia o la funcionalidad de estos centros se han identificado tras aplicar estas soluciones? ¿Qué otros beneficios adicionales aportan las mismas?
Antes de entrar en detalle con los resultados preliminares obtenidos debo aclarar que, debido a ciertos imprevistos como la pandemia de la COVID-19 que retrasó la obtención de permisos administrativos o la guerra de Ucrania que incrementó los precios de ciertos materiales de construcción y recursos energéticos, las fechas de ejecución de las obras en los tres edificios piloto se vieron modificadas sustancialmente. Esto ha provocado que no hayamos podido completar la monitorización mínima en ninguno de los edificios, aunque en el colegio de Badajoz solo faltarían seis meses más para tener los primeros resultados concluyentes.
Hasta la fecha, podemos decir que hemos aumentado la superficie verde de las escuelas piloto en 3.911,61 m2, incluyendo cubiertas verdes, fachadas y pérgolas vegetales, charcas y pavimentos permeables vegetables. Esto supone una mejora indiscutible del valor paisajístico y de los edificios, un aumento de recursos educativos vivos y espacios recreativos para las personas usuarias de estos centros, así como un aumento de la biodiversidad, abundancia y servicios ecosistémicos locales o una reducción de la temperatura en el interior de los edificios como explicaré a continuación.
La variación de la temperatura se ha medido tanto en la envolvente de los edificios como en su interior, registrándose reducciones de 5,4 °C en la temperatura media de las superficies verdes frente a aquellas sin vegetación. La reducción de la temperatura en el interior de las aulas por debajo de los 27 °C (que es lo recomendable por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, RITE) solo se ha alcanzado de momento para el mes de septiembre y mayo. En junio, julio y agosto aún se supera ese valor, sin embargo, se observan reducciones significativas en comparación a los valores de base. Estamos convencidos de que las soluciones implementadas cumplirán este objetivo cuando la vegetación alcance su estado de crecimiento óptimo. Todo esto implica mayor bienestar del alumnado, profesorado y resto del personal de los centros educativos, lo que puede estar relacionado con la mejora de la atención en clase, la reducción del absentismo, o la mejora de la salud de las personas que utilizan estos edificios.
Otro de los beneficios adicionales de este tipo de Soluciones basadas en la Naturaleza es la reducción del agua de lluvia que se pierde por escorrentía y llega al alcantarillado. Se permite la reutilización de buena parte de esta agua y se evita su tratamiento en depuradoras, lo que reduce costes de consumo para riego y de tratamiento. Además, la instalación de ciertos pavimentos drenantes que permiten la propagación de vegetación en su superficie aumenta la capacidad de alcanzar los acuíferos, mejorando la disponibilidad de agua en el futuro.
Si bien la capacidad de termorregulación de la vegetación es un beneficio que invita a su uso para mejorar la calidad de vida en edificios, su aplicación como elementos de eficiencia energética tiene poco desarrollo en documentos clave como certificados de edificación sostenible o normativos como el Código Técnico de la Edificación ¿Qué dificultades existen actualmente para incorporar estos elementos en proyectos de construcción o rehabilitación frente a soluciones de aislamiento clásico? ¿Qué pasos se están realizando para incorporar estas innovaciones en certificados o normativa de construcción sostenible?
Actualmente, la principal barrera que observamos para la amplia difusión del tipo de soluciones que implementamos en LIFE-myBUILDINGisGREEN (LIFE-mBiG) es el desconocimiento. Por una parte, existe desconocimiento de experiencias de éxito en el diseño, implementación y monitorización de impactos de estas soluciones. Es necesario saber más y mejor cómo se comportan estas soluciones y qué beneficios arrojan en relación a la mejora del confort térmico y otros indicadores en edificios. La temperatura es fácil de medir, pero la gran ventaja de estas soluciones frente a otras más convencionales es la multitud de beneficios sociales y ambientales que ofrece, como son el embellecimiento de los edificios y el entorno, la mejora de la calidad del aire, el aumento de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos locales, la creación de espacios de recreo, la mejora de la salud de las personas que utilizan los edificios, etc. El problema es que a día de hoy estos beneficios aún son complejos de medir económicamente y en un análisis clásico de coste-beneficio cuesta trabajo monetizar el beneficio y situar estas soluciones por encima de las convencionales, si solo nos ajustamos a la mejora de la eficiencia energética de los edificios. Por eso, hay que trabajar más en este sentido, en desarrollar herramientas que mejoren la capacidad de medir económicamente esos beneficios y en que este conocimiento esté al alcance de todos los públicos.
Por otra parte, existe también cierto desconocimiento sobre este tipo de soluciones a nivel general. Es cierto que en este sentido se está avanzando mucho en los últimos años, pero aún queda mucho trabajo por hacer y mucho apoyo que obtener por parte de Administraciones públicas que tengan competencias en el fomento y utilización de este tipo de soluciones.
Desde el proyecto LIFE-mBiG hemos trabajado para mejorar las opciones de transferibilidad de las SbN que hemos diseñado e implementado y que, actualmente, seguimos monitoreando. Para ello, hemos mantenido reuniones con responsables del Código Técnico de la Edificación (CTE) del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) para estudiar las opciones de incluir estas soluciones en el CTE. A pesar de obtener el apoyo del MITMA, el tiempo de prueba del proyecto LIFE-mBiG no es suficiente para tener resultados concluyentes que demuestren el grado de eficiencia de este tipo de soluciones en la mejora del confort térmico y otros beneficios. Además, para poder incluir estas soluciones en el CTE, también se hace necesario probarlas en otros contextos más allá de los edificios públicos de educación que hemos utilizado en nuestro proyecto. Si logramos resultados más concluyentes, para lo que estaremos trabajando en los próximos años, y transferimos nuestras SbN a otro tipo de edificios, existe la posibilidad de incluir estas SbN en el Catálogo Informático de Elementos Constructivos (CEC), estando a disposición de cualquier persona que quiera utilizarlas en el futuro.
Por otra parte, desde el proyecto también se ha trabajado codo con codo con entidades locales del área de influencia donde se ubican los edificios piloto para transferir estas soluciones a otros edificios de municipios vecinos. Hasta la fecha, hemos alcanzado acuerdos de compromiso y declaraciones de interés por parte de otros ocho municipios de la provincia de Badajoz y catorce municipios del Alentejo Central para la utilización de nuestras SbN en sus edificios públicos.
Por último, mantenemos una comunicación fluida con miembros de Green Building Council España (GBCe) para lograr certificar la sostenibilidad del edificio piloto de Solana de los Barros (Badajoz) con el certificado VERDE. El problema de los certificados de sostenibilidad actuales es el poco peso que dan a indicadores de biodiversidad y funciones ecosistémicas, que facilitarían su obtención por parte de edificios que implementen estas soluciones para la mejora de la eficiencia energética de los mismos. Desde el Real Jardín Botánico (RJB-CSIC) tenemos una línea de colaboración abierta con GBCe para apoyarles en el futuro en la identificación del tipo de indicadores de biodiversidad y servicios ecosistémicos que podrían incorporar en sus certificados de sostenibilidad.
Una de las preocupaciones que surgen frente a estas soluciones se originan por sus necesidades de mantenimiento, ya sea por el costo del mismo o su dificultad técnica. Una vez implantadas estas soluciones en el marco del proyecto LIFE-mBiG ¿Cómo han abordado su mantenimiento los centros de estudio? ¿Han tenido que formar a personal para su mantenimiento o destinar partidas de presupuesto específicas?
Sin lugar a dudas, el mantenimiento es el principal escollo que aparece a la hora de decidirse por este tipo de soluciones verdes para mejorar el confort climático en edificios frente a soluciones convencionales.
No vamos a decir que el mantenimiento sea gratuito y sencillo al principio. Sin embargo, el mantenimiento de Soluciones basadas en la Naturaleza “realistas” sí que es asumible y costo-efectivo. Cuando decimos “realistas” nos referimos a soluciones adaptadas a la realidad y el contexto donde se implementan. No resulta realista querer tener cubiertas verdes exuberantes en Extremadura como sí las pueden tener, por ejemplo, en Austria. En el caso de Extremadura, es más realista hablar de cubiertas amarillas o pardas, y esto tiene un efecto en su mantenimiento.
El mayor esfuerzo, mimo y coste del mantenimiento tiene lugar en las primeras fases de desarrollo de la vegetación. Al inicio se plantan normalmente variedades de jardinería que permiten asentar la Solución basada en la Naturaleza y, una vez desarrollada esa vegetación, la vegetación autóctona del entorno irá colonizando la propia solución. Son esas especies de plantas las que realmente nos interesan, ya que son las que requerirán mantenimiento casi cero. Siguiendo con el ejemplo de Extremadura, el entorno de Solana de los Barros no es precisamente verde, por lo que lo lógico es esperar que las soluciones implementadas vayan adquiriendo el color amarillento-pardo del entorno y que se mantengan por sí mismas, generando los mismos beneficios que con las especies vegetales plantadas inicialmente.
En los centros escolares, además, hay una particularidad en relación al mantenimiento, pues en períodos estivales estos centros permanecen cerrados y no suele hacerse cargo nadie del mantenimiento. Es necesario ajustar esta situación al menos durante los dos primeros años de vida de las soluciones implementadas.
Por otra parte, pese a que gran parte de los cuidados necesarios son similares a la jardinería tradicional, desde LIFE-mBiG proporcionamos ciertas nociones de cuidados especiales sobre el mantenimiento de las especies vegetales y la facilitación de la colonización por parte de las especies del entorno. En el marco del proyecto, además, se organizaron dos cursos presenciales sobre cubiertas verdes y fachadas vegetales en Madrid en 2019 y 2020. También se organizaron diversos talleres demostrativos in-situ en los edificios piloto para enseñar sobre los aspectos técnicos de las diversas soluciones implementadas, obteniendo una participación total de unas 200 personas. Además, se organizaron multitud de eventos como seminarios, webinars, congresos, conferencias o mesas redondas para dar a conocer los detalles del proyecto y las soluciones implementadas.
Para finalizar, el proyecto LIFE-mBiG presenta un gran potencial de replicar soluciones a otros centros educativos o sociales ¿Qué resultados del proyecto – documentos, videos, formaciones, etc. –consideráis de más interés como referencia para aquellos centros que quieran adoptar este tipo de soluciones?
Para cualquier persona que quiera acceder a los resultados publicados por el proyecto, éstos están disponibles en https://life-mybuildingisgreen.eu/resultados/.
Además, a través de los canales de comunicación del proyecto X, LinkedIn y YouTube, mantendremos informada a nuestra audiencia sobre cualquier novedad relacionada con el proyecto, como puede ser la publicación de un nuevo resultado de las monitorizaciones a largo plazo que pretendemos realizar o la organización de algún evento relacionado con la temática de LIFE-mBiG.
Entre los resultados que pueden resultar de mayor interés para aquellos centros que quieran adoptar este tipo de soluciones, destacaría:
- Informe de Referencia para el diseño y selección de criterios técnicos (enlace): análisis inicial de las características generales de los edificios susceptibles de ser objeto de la implementación de Soluciones basadas en la Naturaleza.
- Manual técnico para la implementación de prototipos de SbN en las diferentes estructuras de los edificios piloto (enlace): información técnica sobre las SbN implementadas en los tres edificios piloto del proyecto agrupadas en diferentes categorías como son cubiertas verdes, fachadas vegetales, pavimentos drenantes, estructuras para exteriores, fórmulas de ventilación natural inducida, entre otros.
- Informe de la línea base de los edificios piloto (enlace): recoge los indicadores seleccionados para la evaluación del impacto de las acciones del proyecto LIFE-mBiG. Este documento es de especial relevancia si se pretende estudiar el impacto de las SbN implementadas en sus centros. Desde LIFE-mBiG agradecemos que cualquier centro que implemente estas SbN y las monitorice, nos informe del resultado de la monitorización para tenerlo en cuenta y valorar mejor la eficiencia de estas soluciones.
- Matriz de selección de plantas (enlace): base de datos con la selección de plantas identificada como más adecuada para su uso en las SbN implementadas en los edificios piloto del proyecto LIFE-mBiG.
- Paquete de SbN para la Adaptación Climática en la Edificación (enlace): recurso didáctico que recoge una serie de documentos formativos dirigidos a diversas audiencias, primando su uso entre formadores de centros de educación infantil, primaria o educación ambiental y de perfiles más técnicos.
- Curso online “Soluciones basadas en la Naturaleza: el caso de LIFE-myBUILDINGisGREEN” (enlace): curso que trata el tema de las Soluciones basadas en la Naturaleza como alternativas para adaptar los edificios educativos y sociales al cambio climático, incidiendo en la experiencia obtenida a través de LIFE-myBUILDINGisGREEN.
Imagenes cedidas por el proyecto myBUILDINGisGREEN
Palabras clave: edificación, soluciones basadas en la naturaleza, aislamiento térmico, edificios públicos, colegios, jardinería, CTE, soluciones constructivas